Puertas y portones

Dependiendo del tipo de puerta de que se trate, se deberán tomar diferentes medidas para evitar un accidente común a todas ellas: los golpes.

Las características fundamentales que deben cumplir las puertas son: ,
– Dimensiones, número y situación en función de la ocupación, de los riesgos y del tipo de edificio.
– Acceso visible o debidamente señalizado.

– No se permitirán obstáculos que interfieran el paso.
– Las puertas de emergencia se abrirán hacia el exterior.
– Las puertas de acceso a escaleras abrirán sobre rellanos (nunca directamente sobre escalones).

Se distinguen diferentes tipos de puertas, entre ellas:
– Normal tipo «oficinas»: por no ser translúcidas, los accidentes que se producen suelen deberse a golpes por estar situadas personas en el área de apertura de la puerta. Por tanto, no deben realizarse trabajos en dicha área, o bien señalizarse o impedir parcialmente la apertura de la puerta.

– Giratoria: pueden producir un accidente cuando su giro no es el adecuado, bien sea por defecto de la puerta o porque se le aplica un impulso de giro demasiado elevado y hay alguien en su interior. En ocasiones, el accidente se produce por distracción del usuario.

– De vidrio transparente: se producen, fundamentalmente, golpes en la cara, como consecuencia de pasar desapercibidas (no se ven). Las puertas de vidrio deben señalizarse a la altura de la vista. También se producen accidentes por cortes debido a la rotura del vidrio.

– De vaivén: es frecuente el accidente cuando al abrirlas se encuentra alguien al otro lado. Esta situación de riesgo se acentúa cuando las puertas son opacas y, por tanto, no se puede ver lo que hay al otro lado. Estas puertas deberán ser transparentes o tener partes transparentes que permitan la visibilidad de la zona a la que se accede. En el caso de corrientes de aire, el retroceso de una puerta de estas características puede llegar a ser violento.

– Puertas bajas: son muy frecuentes en sótanos y áticos. Ocasionan golpes en la cabeza producidos por el dintel superior. En todo caso, deben protegerse las partes superiores con algún material acolchado y señalarse convenientemente.

– Puertas de emergencia: deben poder localizarse muy fácilmente, estar señalizadas, libres de objetos y ser de fácil apertura (siempre hacia fuera y sin necesidad de emplear llaves). Su utilización debe ser posible en cualquier momento.

– Puertas correderas: deben tener un carril de retención o cualquier otro dispositivo, que impida que la puerta caiga, bien debido a un fallo del sistema de suspensión, bien porque los rodillos se salgan del carril.

– Puertas y portones mecánicos: deberán tener dispositivos de seguridad adecuados que impidan lesiones a los trabajadores si éstos son golpeados o atropellados por ellas (por ejemplo, detectores de presencia, limitadores de fuerza de cierre, etc.).

 

Si falla el suministro de energía a la puerta, debe ser posible abrirla manualmente, a menos que se abra de forma automática. Este requisito no debe aplicarse a puertas de ascensores u otras puertas que estén colocadas para impedir caídas o el acceso a áreas con potenciales peligros.

Cuando se necesiten herramientas para la apertura manual de la puerta, éstas deben estar siempre disponibles y en lugar próximo y visible.

El circuito de maniobra de la puerta o portón mecánico debe estar concebido de forma que, si se restituye el suministro de energía mientras se está abriendo ésta manualmente, no exista peligro para el trabajador que está llevando a cabo la operación.

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News Reporter
Ingeniero Industrial egresado en 2007, Viajero de corazón y trabajador de hobbie. Soy Instructor certificado de la Secretaria de Trabajo y Previsión Social. Mi frase, "Sin prisa pero sin pausa" y como viajero coincido en el hecho de "Viajar es la única cosa que puedes comprar, que te hace mas rico"

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