Para realizar cualquier tarea, el trabajador tiene que poner en funcionamiento, por un lado, una serie de operaciones motoras o físicas, y por otro lado, un conjunto de operaciones cognitivas o mentales. El grado de movilización que se exige al trabajador, es decir, los mecanismos físicos y mentales que tiene que poner en marcha para realizar la tarea, van a determinar la carga de trabajo.

Así, se puede definir la carga de trabajo como el «conjunto de requerimientos psicofísicos a los que se somete al trabajadora lo largo de su jornada laboral».

En todo trabajo se pueden diferenciar dos aspectos, el aspecto físico, de esfuerzo muscular, y el aspecto psíquico, de esfuerzo mental. Es decir, en la realidad laboral no vamos a encontrarnos con trabajos puramente físicos ni puramente mentales, sino que en cualquier tipo de actividad van a estar presentes ambos aspectos;

Sin embargo, desde un punto de vista teórico, se va a diferenciar el trabajo físico del trabajo mental según el tipo de actividad que predomine. Es decir, cuando la actividad desarrollada sea predominantemente física, hablaremos de trabajo físico o muscular, y por lo tanto, de «carga física de trabajo», y cuando, por el contrario, la actividad implique un mayor esfuerzo intelectual, hablaremos de trabajo mental, y en consecuencia, de «carga mental de trabajo”.

La carga de trabajo, tanto física como mental, es un peligro (fuente potencial de daño) presente en todas las actividades laborales y en cualquier empresa. Esta carga no es siempre la misma, sino que va a estar determinada por la interacción o relación que se establece entre:

  • por un lado, el nivel de’exigencias de la tarea (esfuerzo requerido, ritmo,
    condiciones ambientales,…); y,
  • por otro lado, las características del individuo (edad, formación, experiencia, fatiga,…). Estas características determinan el grado de movilización del trabajador, es decir, el esfuerzo que debe realizar para llevar a cabo la tarea.

Esto significa que, para una misma tarea, con unas mismas exigencias, la carga de trabajo va a ser diferente en función de determinadas características del individuo, que determinan su capacidad de respuesta.

La ejecución de un trabajo cubre un doble fin: por una parte, conseguir los objetivos de producción, y por otra, desarrollar el potencial del trabajador. Esto quiere decir que a partir de la realización de la tarea, la persona puede desarrollar sus capacidades, en cuyo caso no se suele hablar de carga.

Normalmente, el concepto de carga tiene un significado negativo, y se habla de carga cuando las exigencias de la tarea sobrepasan las capacidades del trabajador, es decir, cuando existe una incapacidad o al menos una dificultad del trabajador para dar respuesta en un momento dado a la tarea que tiene encomendada.

 

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News Reporter
Ingeniero Industrial egresado en 2007, Viajero de corazón y trabajador de hobbie. Soy Instructor certificado de la Secretaria de Trabajo y Previsión Social. Mi frase, "Sin prisa pero sin pausa" y como viajero coincido en el hecho de "Viajar es la única cosa que puedes comprar, que te hace mas rico"