
Los efectos sobre la salud pueden ser directos e indirectos.
EFECTOS DIRECTOS
Se han establecido tres mecanismos básicos de acoplamiento por los cuales los CEM alternos interaccionan con la materia viva:
– Acoplamiento a un campo eléctrico de baja frecuencia. La interacción de campos eléctricos alternos con el cuerpo humano origina un flujo de corriente eléctrica, la formación de dipolos eléctricos, y la reorientación de los dipolos eléctricos ya presentes en el tejido.
La magnitud relativa de estos efectos depende de las propiedades eléctricas del cuerpo, es decir, de su conductividad eléctrica (que determina el flujo de la corriente eléctrica) y de su permitividad (que rige la magnitud de los efectos de polarización). Ambos conceptos varían con‘ el tipo de tejido corporal y también dependen de la frecuencia del campo aplicado.
Los campos eléctricos externos inducen una carga superficial en el cuerpo humano. Como consecuencia de ello, se producen corrientes inducidas en el cuerpo humano, cuya distribución depende de las condiciones de exposición, del tamaño o forma del cuerpo y de la posición del cuerpo dentro del campo.
– Acoplamiento a un campo magnético de baja frecuencia. La interacción fisica de campos magnéticos alternos con el cuerpo humano induce campos eléctricos y corrientes eléctricas. Las magnitudes del campo inducido y de la densidad de corriente son proporcionales al radio del objeto, a la conductividad eléctrica del tejido y a la velocidad de cambio y magnitud dela densidad de flujo magnético
El cuerpo no es eléctricamente homogéneo: por ello, las densidades de corriente inducidas pueden calcularse empleando modelos con las caracteristicas anatómicas y eléctricas del cuerpo humano y métodos informáticos de gran potencia.
El cuerpo humano puede considerarse magnéticamente homogéneo con una permeabilidad magnética aproximadamente igual a la del vacío po.
Absorción de energía procedente de campos electromagnéticos. La exposición a campos eléctricos y magnéticos de baja frecuencia, genera una absorción de energia despreciable y un aumento de temperatura corporal no medible. Sin embargo, la exposición a CEM a frecuencias superiores a 100 kHz puede llevar a una absorción de energía y un aumento de la temperatura significativos. En general, la exposición a un CEM uniforme (onda plana) genera una absorción y distribución de energía no uniforme en el cuerpo, que debe ser valorada mediante mediciones y cálculos.
Los órganos humanos más sensibles a los efectos del calentamiento son aquellos con más dificultad para disipar el calor, los ojos y los testículos.
Cuando el eje longitudinal del cuerpo humano es paralelo al vector campo eléctrico, y en condiciones de onda plana (campo lejano), la absorción de energía por el cuerpo humano es máxima. La cantidad de energía absorbida, depende de ciertos factores, entre los que se incluye el tamaño del cuerpo expuesto.
Desde el punto de vista de la absorción de energia por el cuerpo humano, los CEM pueden dividirse en cuatro categorías .
En algunos dispositivos que operan a frecuencias superiores a 10 MHz (por ejemplo, calentadores dieléctricos o teléfonos móviles) la exposición humana puede tener lugar en condiciones de campo próximo. En estas condiciones, la variación de la absorción de energía con la frecuencia es muy diferente a la descrita para campo lejano. Por ejemplo, en los teléfonos móviles, en determinadas condiciones de exposición, puede predominar el campo magnético.
Se ha demostrado la utilidad de los procedimientos numéricos de cálculo, así como de las medidas de Ia densidad de corriente inducida en el cuerpo y de la intensidad de campo en los tejidos, en Ia evaluación de exposiciones en campo próximo a teléfonos móviles, radioteléfonos, torres de emisoras, antenas de navegación, y calentadores dieléctricos.
La importancia de estos estudios es la de haber demostrado que Ia exposición en campo próximo puede originar una alta tasa específica de absorción de energía (SAR) local (en la cabeza, muñecas, tobillos) y que las SAR del cuerpo completo y local son fuertemente dependientes de Ia distancia de separación entre Ia fuente de alta frecuencia y el cuerpo humano.
A frecuencias mayores de los 10 GHz, la profundidad de penetración del campo en los tejidos es pequeña, y Ia SAR nO es la magnitud adecuada para evaluar la energía absorbida. En estas condiciones es más apropiado utilizar la densidad de potencia incidente como magnitud dosimétrica.
Para más altas frecuencias, por ejemplo, en el rango de las microondas, la absorción de energía produce efectos auditivos, en concreto, una expansión termoelástica del tejido cerebral, que origina una onda de presión acústica que es detectada por vía ósea por las células del órgano de Corti.
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